miércoles, 16 de mayo de 2012

UF!


El auténtico problema con este mundo loco no tiene nada que ver con la política ni la economía. Ni mucho menos. Es invisible, no escrito, no hablado, y .. sí,  me refiero al enorme peso pesado que suponen todas las normas NO escritas que SIEMPRE, ANTE TODO y OSEA NO TE OLVIDES DE NI UNA, debes cumplir.

Si quieres formar parte de la sociedad debes cumplir con este trillón de requisitos (físicos, ideológicos y sociales) que amablemente 'alguien' ha elaborado para tí. Porque claro, como no tienes cerebro, debe suplir las funciones que él no puede realizar, como por ejemplo decidir qué, cuándo y cómo hacerlo.

Lo único cierto es que tú, él, ella y yo vamos a morirnos: te parezca como te parezca; esté o no esté recogido en tu libro de normas.
Así que, cuando tenga que hacer recuento de las cosas que hice o dejé de hacer en mis ochenta años de vida, creo que si sigo adaptándome al ridiculo manual de instrucciones colectivo-abstracto-neutro-nauseabundo, de lo único de lo que me alegraré será de haber ido al colegio, que eso sí que es obligatorio. Porque el resto, precisamente por no serlo oficialmente, es lo más insalvable, obligatorio y exigible.
Ay. Uf. Suspiro.

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